Economía en M.O
Desde tiempos inmemorables las potencias occidentales (como lo es hoy en día Estados Unidos) han controlado y ocupado la zona de Medio Oriente, pero, ¿Por qué?
Medio Oriente es considerado una zona geo-políticamente estratégica, lo cual lo convierte en un foco de gran importancia para la comunidad internacional. Está claro que los motivos de su importancia son variados, pero el "más" relevante es el aspecto económico relacionado con su gran reserva de petroleo; recurso estratégico sumamente esencial para el mercado mundial, y puntapié para colocar a los distintos estados como potencias en el marco internacional o ayudarlos a mantener una buena economía. Por esto, al ser un país escaso en lo que respecta a las reservas de petroleo, Estados Unidos durante mucho tiempo concentró su atención e incluso intervino en los conflictos de varios países medio orientales. Esto llevó a lo que se puede denominar "una relación de doble dependencia". Es decir, EE.UU dependía de ellos por su reserva petrolera y a su vez los sectores de Oriente próximo necesitaban de los americanos, ya que les brindaban la tecnología necesaria para obtener el combustible y; además, gracias a su permanencia militar, colaboraban con los gobiernos nacionales en la solución de conflictos vinculados a las diferencias entre comunidades religiosas, y por tanto, haciendo a la "preservación de la paz y el orden".
Asimismo, como ya se ha mencionado, gran parte del conflicto en Medio Oriente, se debe a las numerosas crisis sociales y políticas que se produjeron a partir del Acuerdo de Sykes Picott, puesto que muchas etnias y comunidades diferentes se vieron obligadas a vivir bajo la bandera de una nación (convertida en Estado) con ciertas fronteras, una identidad y un idioma; cuando en verdad, existían múltiples naciones con sus propios valores culturales (además de la promesa del Estado Árabe que nunca se cumplió).
A su vez, la división religiosa, principalmente dentro del Islam, ha adquirido una vertiente política, que constituye una lucha por la influencia regional entre los poderes políticos chiítas, liderados por Irán, y los poderes políticos sunitas, liderados por Arabia Saudita (sumado la existencia de otros grupos como los kurdos y alauitas). La combinación de ambas esferas (política y religiosa) ha conducido a un clima de gran inestabilidad en la región y a un contexto de guerra civil. Aquí viene lo importante: este contexto facilitó la intervención de las potencias interesadas en la explotación de hidrocarburos, bajo el pretexto de "la defensa y protección de los derechos humanos". No obstante, no debemos dejar de lado, que como en cualquier situación, hay dos caras en toda moneda. Si bien los grupos separatistas, han ganado apoyo, promoviendo la identidad islámica y colocando a Occidente como la peor abominación existente; lo cierto es, que dicha intervención ha llevado al crecimiento económico de la región, al producirse la revalorización de las tierras, y al invertir tanto en infraestructura como en tecnología, y creando mano de obra (aunque si, mano de obra barata).
Cuando uno creía que la situación no podía complejizarse más (sí, se puede complicar aún más); en la disputa por el monopolio del poder en el mercado mundial, ha aparecido una nueva figura amenazante: China. Con una política de créditos e inversiones, se encuentra en el camino a desterrar a los Estados unidos y países europeos convirtiéndose en el principal socio comercial (es claro que sus objetivos al igual que las demás potencias y como previamente se dijo, son la explotación de los recursos naturales, la infraestructura y el comercio y con los distintos mecanismos que adoptaron es evidente que lo están cumpliendo). En conclusión podría decirse que lo que está pasando es una suerte de neocolonialismo y que la dependencia y los conflictos seguirán en pie, a menos que los países occidentales dejen sus intereses económicos de lado y ayuden verdaderamente a Oriente Medio a terminar con las guerras y todos los problemas que estas generan; siendo la principal víctima, la población civil.
Cuando uno creía que la situación no podía complejizarse más (sí, se puede complicar aún más); en la disputa por el monopolio del poder en el mercado mundial, ha aparecido una nueva figura amenazante: China. Con una política de créditos e inversiones, se encuentra en el camino a desterrar a los Estados unidos y países europeos convirtiéndose en el principal socio comercial (es claro que sus objetivos al igual que las demás potencias y como previamente se dijo, son la explotación de los recursos naturales, la infraestructura y el comercio y con los distintos mecanismos que adoptaron es evidente que lo están cumpliendo). En conclusión podría decirse que lo que está pasando es una suerte de neocolonialismo y que la dependencia y los conflictos seguirán en pie, a menos que los países occidentales dejen sus intereses económicos de lado y ayuden verdaderamente a Oriente Medio a terminar con las guerras y todos los problemas que estas generan; siendo la principal víctima, la población civil.
Nota escrita por Ángeles Persano, Lourdes Bracamonte y Ana Maldonado
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